sábado, 21 de julio de 2007

CUENTACUENTOS 23-7-2007


Cuentacuentos 23-7-2007

Frase de la semana: "Le temblaban las manos cuando tuvo que elegir."

Les temblaban las manos cuando tuvo que elegir por fin, si firmaba la hipoteca de aquella preciosa casa de más de ciento cincuenta millones de las antiguas pesetas y cumplía de esa forma, uno de los mayores sueños de su pareja y de él mismo o seguían viviendo en aquel cuchitril interior, sin luz natural y un fuerte olor a humedad.

No sólo le temblaban las manos, la cabeza parecía que le iba a estallar en mil pedazos, sintiendo como si alguien estuviera tocando un tambor en su interior.

Claro está, que vivirían en un lugar mucho más grande, acogedor y ventilado, pero que tiraba al traste los planes de ser padres, hacer esos viajes que tanto les gustaban a ambos, salir de copas con los amigos y un sin fin de detalles más, como los regalos que le gustaba hacer a su pareja o comprarse esas ropas de marca que tanto le apetecía. Pensándolo bien, hasta la comida cambiaría a partir de entonces. Ahora tendrían que hacer lentejas para tres días; el primero, las comerían solas, el segundo, con patatas y el tercer día, echarían un puñado de arroz.

Cinco preciosas habitaciones, cuatro cuartos de baño, un enorme sótano, un salón de ensueño y un patio, que su mujer soñaba con llenar de lindas plantas y dos árboles redonditos, uno en cada rincón. Allí en el patio, también pondrían una piscina portátil, donde poder remojarse en los días calurosos de vacaciones, porque a partir de ese momento se acabó la playa para ellos.

Esos días de descanso en verano, serían los únicos que verían la casa de día, porque el resto del año, los dos tendrían que trabajar de sol a sol para pagar la vivienda que no vivirían, porque sólo irían a ella a dormir.

Los trabajos no los tenían seguros ninguno de los dos. Sus contratos eran de larga duración, aunque no indefinidos, pero eso lo había solucionado el banco, con un seguro que cubrían las vidas, accidentes o quedarse en paro alguno de ellos.

Por otro lado, pagar seiscientos euros mensuales por el alquiler de aquel estudio oscuro como la boca de un lobo, tenía cojones.

Miró a su mujer, que al mismo tiempo lo miraba muy asustada, con la misma incertidumbre que a él lo invadía. Sin saber muy bien, si era por si se arrepentía o por si compraba.

¡Pero qué cuernos! Si otros lo hacen y salen adelante ¿Por qué no voy a salir yo? –se dijo interiormente a sí mismo- Y firmó….


Marisela

Más historias:

http://www.elcuentacuentos.com/


11 comentarios:

Luz de Luna dijo...

¿Telepatía cuentacuentíl?, empecé casi igual, jajaja. Me gusta. Salu2. Ya saldrá el mio.

Carabiru dijo...

Jejejeje, una historia con tintes de realidad.

Opino que se equivocó, entre un estudio oscuro, y una casa enorme hay puntos intermedios.

Más que nada porque ahora tienen una casa superchula que no disfrutarán...

Salu2

Anónimo dijo...

Total... para vivir en el cuchitril y vivir en la gran casa, mejor vivir en la gran casa donde por lo menos hay luz y no hay humedad!!!
Me ha gustado, has descrito la típica situación de compradores asustados pero valientes al fin y al cabo.
¡un besazo de chocolate!

Darka Treake dijo...

uuuuuuuuuuuuuufff...

has expresado los miedos de mucha gente...
me gusta, sobre todo que hayas tratado un tema tan realista y que preocupa tanto ahora.

Aunque...
no sé exactamente si era lo que quería decir, pero...tú crees que les valía la pena?¿
Compraros algo más pequeño, ganad en calidad de vida, salid de ese cuchitril sin luz ni aire, pero tampoco hace falta tirar tu vida por una mansión que no vas a disfrutar, no?

La gente es muy dada a hacer eso, una mansión, tres cochazos y una fachada preciosa con jardines colgantes y brillantes, pero... comiendo lentejas todos los días.

No lo entiendo.
No vale la pena.


besito!!
Darka

Anónimo dijo...

Y quién no ha pensado en eso alguna vez??? Alquiler o comprar, alquiler o comprar... una gran duda!! Si alquilo una casa lo que pago cae en saco roto...pero no me arruino. Si la compro lo que pago es cada vez más mío... pero me arruino!! Yo, como Carabiru, creo que hay puntos intermedios jeje, y además esa casa de sueño puede encontrarse la mitad de cara en otra ciudad!! Si es que yo kiero hacer eso... que Madrid está muy caro!!

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Pufffff... es que nada es tan blanco ni tan negro, ¿no? No tiene pq ser una casa de 150.000.000 de pesetas o un piso alquilado de 600 € al mes...
Tal vez deberían haber optado por encontrar algo intermedio y así no tener que comer lentejas para tres días (ese trozo me encantó!) ;)
Me ha gustado mucho, mucho... y la verdad es que imagino que para muchas parejas pueda ser muy real!
Besotes y aplausos a montones!

ARIEH dijo...

Pues el resultado dependerá del sistema de valores que se aplique... Antes existía la esclavitud y eso, ahora nos hacen creer que somos libres y nos plantan una hipoteca.

Klover dijo...

Una historia muy a la orden del día...

Yo no lo hubiera hecho. Además entre un chuchitril del tres al cuarto y una mansión enorme con hipoteca a pagar en distintas generaciones...hay puntos intermedios ^^

Un besote!

Óscar Sejas dijo...

La verdad que visto desde esa perspectiva hace dudar...

Porque todo puede salir bien o puede salir mal y ninguno de los dos será dueño de la situación.

Pero en fin, así es la vida que nos obliga a tomar decisiones.

Me has dejado dudando sobre lo que haría yo en esa situación.
Cuando llegue a un acuerdo conmigo mismo te lo cuento.

Un abrazo enorme.

Pedro dijo...

¡Sal de mi vida! ;D Me ha gustado mucho el tema que has elegido, por desgracia no nos queda más remedio que elgir y al final entrar en la rueda, sin llegar a un punto tan extremo, eso de tener la soga al cuello de la hipoteca teniendo que tragar carros y carretas es un modo de vida muy extendido (cuando digo que no tengo tiempo de nada en el foro de cuentacientso sabras q es por trabajar e ir solo a dormir)

Un

Pugliesino dijo...

Historia que refleja como reducimos el sentido de la vida al instante de una firma. No hace falta muros, ni grilletes de antaño, no hacen falta castillos ni mazmorras, hoy en día basta un papel para estar encerrados. Pero la ilusión por vivir esos días, aunque fuera el instante de un sueño no tiene precio ni banco que pueda hipotecarlo.
Una historia de fuerza, de ternura y de coraje. Luego.. y que mas da! errar es humano. A disfrutar el momento!!
Un abrazo!