domingo, 16 de septiembre de 2007

CUENTACUENTOS 17-9-2007


Cuentacuentos 17-9-2007


Frase de Larisavel: "Quiero que mi vida sea de esas que se inmortalizan en un libro".


Quiero que mi vida sea de esas que se inmortalizan en un libro, pero de esas que consiguen todo lo que se proponen y tienen éxito en lo profesional y en lo personal. Porque para tristezas, ya tengo bastante con las que me ha tocado vivir y que si quisiera escribir, seguro que sería todo un tratado de penalidades y frustraciones.

Si volviera atrás, cambiaría muchas de las cosas que he hecho y que he dicho. No me exigiría tanto y tampoco lo haría con los demás. Mi modo de ser y el modo de conducirme por la vida, siempre ha causado miedo en las personas que me han rodeado y eso, ha hecho que en realidad viva vidas paralelas. Una de cara al exterior, llena de fama y admiración y otra, interior, en la que sólo me soporto y comprendo yo misma.

“Parece ser que lo imperfecto es bello y lo perfecto es aburrido” ¿Para qué demonios quiero tener una línea escultural, una carrera intachable, una imagen cuidada, ropas compaginadas siempre con todos los complementos e idóneas para cada ocasión, una inmensa casa en el barrio mejor de la ciudad y un coche monísimo y carísimo, que envidien todos mis compañeros?

Yo daría lo que fuera, por ser un ama de casa como lo era mi abuela y tener una familia numerosa a mi alrededor.

He cambiado mi condición de mujer por la competencia de igualdad de sexo. ¿Y ahora qué? Tengo un puesto de alta responsabilidad, muchos hombres a mi cargo, pero carezco de una familia, de unos hijos a los que ofrecerles todo mi amor y todo eso que tengo dentro y que me hace sentir frustrada.

¿Queréis escribir un libro sobre el gran salto de la mujer en la sociedad? Venid entonces a verme y os daré todo el material que necesitáis, pero el que yo quisiera que me inmortalice, ese, ya es imposible de poderlo escribir.

¡Maldita la primera mujer que dijo yo quiero trabajar y demostrar lo que valgo!


Marisela


Más historias:

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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucha fuerza veo yo en este cuento y por desgracia también tristeza y amargura...
espero que no esté basado en tu vida, porque sería una pena que fueras infeliz!
un besote de fresas wapa!

wannea dijo...

la vida laboral siempre esta reñida con la personal, que pena que tengamos que ser siempre nosotras las que tengamos que elegir entre una u otra. Muchos bessos

Luz de Luna dijo...

¡Que fuerza transmite éste relato!, Felicidades, me encanta por que se palpa la rábia de una cara de la moneda.

Besitos...:)

JT dijo...

¡Ese relato justiciero, sano y vivo!
Opino exactamente igual, aunque soy hombre (y nada machista, conste). Cuando las mujeres se lanzaron a conquistar la igualdad de sexos, comenzaron por la parte menos afortunada: el trabajo.
Tu última frase lo expresa a la perfección. ¿Demostrar lo que vales? ¿Quién dice que el valor se demuestre así? Mejor aún: ¿Quién pide que demuestres nada? Vive a tu gusto, y lo que vales se demostrará en el grado de seguimiento de tus propios ideales.

PD: Ya pudiéramos los hombres exigir el derecho a procrear, o reivindicar el instinto paternal, jeje...

Anónimo dijo...

Que sea como quiera pero que te permita ser como eres. No te arrepientas de nada, todo te ha echo ser quien eres hoy en día. Siéntete orgullosa de ella.

Yo no quisiera ser como eran antes. Yo quiero ser lo que soy ahora y hemos conseguido. Cada uno por sí misma.

besins
Jara

Carabiru dijo...

Me ha gustado, me ha dejado pensando la verdad.

Aunque lo he notado muy amargo... quizá es que soy demasiado idealista todavía y creo que si te empeñas puedes conseguirlo todo.

Salu2

Klover dijo...

Quizá no esté del todo de acuerdo en cuanto a la última frase pero sí en cuanto a que cada uno debería elegir la vida que le mereciera más la pena. Y como Jt...tampoco pienso que el trabajo muestre de verdad lo que se llega dentro.En todo caso espero que lo amargo que se desprende del relato no lo estés viviendo de verdad...y que se quede en eso...en una reflexión. Un besote

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que la perfección no existe. En el caso de tu relato... la perfección (o al menos el equilibrio perfecto) estaría en dirigir una gran empresa y, a la vez, ser madre, ama de casa y esposa abnegada.
Tampoco se puede estar al mismo tiempo en misa y repicando...
Bastaría, creo yo, con intentar trabajar lo mejor posible y cuidar a los tuyos, tb lo mejor posible. Sin necesidad de ser la mejor en el trabajo y la mejor dentro de casa...
Nada es imposible y una mujer que llega lejos laboralmente, podrá llegar lejos en el ámbito que quiera...
Un besote!!

Laura Luna dijo...

No estoy de acuerdo con algunas ideas que planteas, pero sí que me ha gustado la rabia que se refleja en este texto, dándole "vida" ;)
Besos,
Mun

Queralt dijo...

¡Uy! ¡Maaaaaaaaammma mia! ¿Pero qué le pasa a tu prota? jejejjeje
Puede que haya dedicado demasiado tiempo a cosas que, al final, no le han llenado pero eso no debe condenar a las que no tienen esa sensación, ¿no? Bueno, que por mi parte no cunda la polémica pues, en realiad, es un relato describiendo "esa" realidad que está viviendo y que a ella no la ha realizado como persona (esta expresión tan usada, nunca me ha gustado mucho, la verdad). Pero en realidad, sí hay detrás de lo que dices cosas indignantes, por ejemplo: ¿por qué la mujer para poder alcanzar puestos de responsabilidad DEBE renunciar a muchas más cosas que los hombres? Pues porque las normas han sido establecidas por los hombres y nosotras, en lugar de seguir reinvindicando la verdadera igualdad, en el fondo nos hemos sometido y aceptado vivir en la jungla, no solo rodeadas de depredadores, sino además, siendo uno de ellos.
Las cosas requieren un sacrificio, por supuesto que sí y los grandes hombres de negocios tampoco ven a sus hijos pero, la mujer, para conseguir éxitos, debe renunciar a mucho más y encima, será siempre muy criticada.
Me ha gustado mucho el tema que has tocado en tu relato. Mucho.
Ojalá pudieramos volver atrás algunas veces...

Mermelada de cerezas y muchos besitos.

Queralt.

Pugliesino dijo...

Ya estás inmortalizando una lucha, basta que suceda para que sea inmortal. Da igual que el tiempo, la historia, la misma vida la minimize, trate de inutilizar o de hacerte pensar que erraste, lo importante es que en su momento no te rendiste. Lo inmortal es la capacidad de lucha; lo inerte, la piedra, no es inmortal simplemente es que no existe.
Y tú en esa lucha existes, y el libro se sigue escribiendo. A por todo!!! Puedes.
Un abrazo

Tea Girl dijo...

Yo esque soy una feminista reconocida... La mujeres lo valen!

Aún así me ha parecido un relato muy intenresante ;)



Un beso dulce

Anónimo dijo...

Hola!!! lleno de fuerza, de una mujer que se ha dejado llevar por unas ideas sin pensar si realmente era lo que quería hacer. Podemos hacer lo que queramos, llegar a lo más alto, y lo mal alto es sentirse bien con lo que somos.
Muchos besitoss